Mi Viaje con Sham Hanifa: Diseñando una Cocina con Estilo y Corazón
Hola queridos,
Esta semana quiero hablarles sobre uno de mis proyectos más ambiciosos en el mundo del diseño de interiores, realizado para un cliente que se encontraba en otro país. Lo más complicado del proyecto fue que comenzamos en medio de la pandemia de COVID-19.
Fui contactada por Sham Hanifa, un chef de Malasia que ha residido en Irlanda por más de 20 años. Sham tiene una trayectoria admirable y es un hombre muy carismático, que ha conquistado a la audiencia irlandesa con su talento y su selección gastronómica. Su visión para este nuevo espacio era clara: ofrecer una fusión creativa de alta calidad, donde lo local tuviera un protagonismo absoluto. Un proyecto que, sin duda, resonaba conmigo.
El resultado fue "My Kitchen", un espacio versátil donde se entrelazan tres mundos: una cafetería acogedora, un restaurante vibrante, y un mercado con los mejores de los productores locales en Carrick on Shannon y cercanías.
El local, que apenas había visitado brevemente para tomar algunas medidas, presentaba sus propios retos debido al confinamiento. Sin embargo, decidimos juntos tomar el riesgo de trabajar a distancia, confiando en nuestra capacidad para hacer que la visión cobrara vida. Acordamos que supervisaría la obra cuando fuera necesario, y eso nos permitió avanzar.
El proyecto comenzó a tomar forma con los primeros bocetos y el desarrollo de un estilo que queríamos que fuera fresco, alegre y ecléctico. Buscábamos que el espacio reflejara las raíces tanto asiáticas como irlandesas, combinando materiales nobles, un look industrial que transmitieran la frescura de la tierra y el toque moderno de su comida en combinación con la gastronomía local.
Comencé buscando inspiración en las porcelanas españolas e italianas que estuvieron en auge en Venezuela durante los años 80. Quería pisos con tonos cálidos que aportaran luminosidad y frescura al ambiente. Para generar contraste, elegí figuras geométricas en formatos gigantes, aportando un aire moderno y creativo; al final, su cocina debía sentirse como un laboratorio. La madera roble macizo para reforzar la sensación de confort y calidez, una paleta de colores que mezcla tonos astringentes, evocando las vibrantes calles de comida callejera en Asia, suavizados con matices más neutros que nos conectan con Irlanda.
La identidad gráfica decidí trabajarla juntos al duo de hermanos Guimarães "Próximo Studio", juntos fuimos afinando la marca hasta tener una identidad que se compilo perfectamente con la visual del local y el concepto que habíamos desarrollado junto a Sham.
Trabajé con carpinteros y herreros locales, utilicé materiales de alta calidad portugueses y españoles, y realicé viajes virtuales a través de diversas tiendas irlandesas para encontrar piezas únicas que dieran ese toque especial de hogar que queríamos crear.
Así, tras un año y medio de trabajo, este hermoso proyecto llegó a su conclusión. Meses después de su apertura, los visité y compartimos un festín delicioso. Aprovechamos la ocasión para capturar en fotografías tanto el interior del espacio como la exquisita comida.
Les abrazo y espero que hayan disfrutado este proyecto tanto como lo disfruté yo.